El malestar que por estas horas se siente en el máximo tribunal penal del país es debido a que el titular de la Cámara, Pedro David, se sintió molesto porque unos cuatro jueces del Tribunal asistieron sin avisarle a la ex ESMA invitados por el Consejo de la Magistratura para evaluar si allí se podría realizar un juicio por delitos de lesa humanidad.
El presidente de la Cámara Nacional de Casación Penal, Pedro David, no ocultó su enojo y reprochó que cuatro jueces del Tribunal hayan asistido invitados por el Consejo de la Magistratura a las instalaciones de la ex ESMA, a fin de evaluar sin en ese lugar podría llevarse a cabo el próximo juicio por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
Según fuentes, todo surgió cuando desde el Consejo de la Magistratura se invitó a todos los jueces de Casación a asistir al lugar, pero finalmente sólo concurrieron los camaristas Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, Ana María Figueroa y Juan Gemignani.
Tras haber asistido, David no ocultó su enojo hacia esos jueces a quienes les reprochó en una audiencia el pasado martes que no le hayan dado aviso previo que iban a asistir al lugar. Luego se conoció que por iniciativa del presidente, se objetó la idea de realizar el juicio en uno de los edificios de la ex ESMA, y a cambio se ofreció el Salón Auditorio de los tribunales de Comodoro Py 2002.
Hola Don Sergio:
ResponderEliminarme parece que se olvidó de poner el apellido del presidente de la Cámara de Casación. ¡Qué raro en usted, que no se le escapa una!
Y claro ... lo pasaron por arriba. El tiene todo el derecho de sentirse ofendido. Donde manda capitán no mandan marineros, por más que sean marineros de casación. ¿Cómo van a ir a la ex ESMA sin avisarle? Es como si a mí uno de los peones quiere ir a tomar algo al centro y deja a todos los animales.
Es importante la disiplina, hasta para la cámara de casación. No digo ser un sirviente ni chupamedia, pero por lo menos avisar. Decirle: "Don Pedro, nos vamos para la ex ESMA para ver si hay un juicio". Eso no es ser alcuete.
Hablando de Don Pedro, acá hace mucho había uno que tenía un almacén y vendia fiado, con la libreta. Meta vender, pero cobrar no tanto. Y un día puso un cartelito que decía que por fiarle al cliente necesitado perdió el cliente y al amigo, todo en versito. Estaba buenísimo, jua, jua!
Nunca había sentido nombrar a esos cuatro, pero ud. tiene a la guía peuser en la cabeza. Qué memoria, otra que el día de la memoria.
¿Nunca le ofrecieron un puesto para acordarse de todo?
Un abrazo de parte de Joaquín ("el vasco")