Durante las más de siete horas que pasó en Comodoro Py, el sindicalista la interrumpió dos veces para salir al baño, y en una de ellas hasta se refirió a la lealtad peronista. En la puerta del juzgado, lo seguía de cerca una cuadrilla de abogados, sumado a los dos que estuvieron con él en la indagatoria, y una vez que supo que le daban la libertad, sus colaboradores inmediatamente empezaron a realizar llamados para que lo"más rápido posible" consigan los 500 mil pesos que Oyarbide le fijó como caución.
"Lindo día eh!!!!!, es un día peronista", dijo sonriente Gerónimo "Momo" Venegas a los cuatro integrantes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que por segunda vez lo llevaban esposado al baño ubicado en el subsuelo de Comodoro Py, para así interrumpir la indagatoria que daba ante el juez Norberto Oyarbide.
En esas siete horas de indagatoria, una cuadrilla integrada por unos ocho abogados del "Momo" aguardaba con expectativa en la puerta del juzgado Nº 5, y como si fuera un equipo de fútbol, una vez conocida la excarcelación al líder sindical, se abrazaron en una ronda y empezaron a saltar. Incluso, a algunos periodistas - ante quienes antes se habían mostrado reticentes al hablar- les pidieron que les sacasen fotos con un teléfono inteligente.
El pasillo del ala Retiro del tercer piso, donde Oyarbide tiene su juzgado, estuvo aislado del resto de los tribunales, ya que las puertas ubicadas en cada uno de los extremos permanecieron cerradas y con fuerte custodia policial. Sólo le permitían el paso a los abogados y a la gente del Tribunal.
Antes, esos mismos policías tuvieron que desalojar el hall del tercer piso de Comodoro Py donde estaban algunos familiares del "Momo" así como "compañeros" de la UATRE, quienes iban de un lugar al otro nerviosos, y desde las ventanas arengaban a la nutridad multitud de manifestantes apostados en la puerta de los Tribunales para que sigan los cánticos.
Un capítulo aparte merece cómo se comportó el nutrido grupo de manifestantes que estuvieron desde el mediodía y hasta la noche en la puerta de Comodoro Py, fuertemente vallado. Las bombas de estruendo eran a cada minuto, y los cánticos que iban desde el apoyo a "Venegas" hasta insultos al juez Oyarbide recordándole -entre otros temas- su pasado escandaloso por Espartacus.
A minutos de las 21, quienes estaban en la puerta del juzgado se enteraron que Oyarbide finalmente había resuelto otorgarle la excarcelación al titular de la UATRE. Inmediatamente, sus más cercanos colaboradores empezaron a realizar llamados telefónicos para conseguir los 500 mil pesos que el juez le fijó como caución como condición para salir el libertad, algo que logró después de unas horas.
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